Esta excepcional residencia, diseñada en 1980 por el aclamado arquitecto Rafael Lorente Escudero, es una obra maestra que refleja la esencia de su estilo arquitectónico personal. Conceptualizada durante el mismo período que su propia vivienda, comparte muchas de las mismas características distintivas, fusionando elegancia con funcionalidad. Ubicada en el frondoso barrio jardín de Carrasco, esta propiedad se encuentra en un terreno orientado al norte con un generoso frente de 25 metros y una superficie total de 630 metros cuadrados. La vivienda se distribuye en dos niveles, con un diseño cuidadosamente pensado. La planta baja cuenta con accesos acogedores, un espacio dedicado para oficina, un amplio salón-comedor, una cocina moderna y áreas de servicio. La planta alta está destinada a la privacidad y el confort, con tres dormitorios bien equipados, un estudio y dos baños. El diseño maximiza la luz natural y las vistas, con los dormitorios, la oficina y el salón-comedor disfrutando de la mejor exposición al sol y ofreciendo serenas vistas del jardín circundante. Un elemento destacado de la vivienda es su énfasis horizontal, acentuado por una jardinera y ventanas en el nivel superior, que contrastan audazmente con el volumen cilíndrico de la estufa-chimenea. La residencia también destaca por la atención de Lorente a los espacios intermedios, con pérgolas de madera, jardineras, bancos integrados y parrilleros que extienden los espacios interiores y crean una conexión armoniosa con el entorno exterior. En cuanto a los aspectos tributarios, la contribución inmobiliaria anual es de USD 6.500 y el impuesto de primaria es de USD 1.300. Cuenta con un pozo de agua para riego y un sistema de riego instalado y funcionando. Esta casa es una verdadera obra de arte, con un diseño de renombre y una ubicación privilegiada, lista para convertirse en el hogar de quien aprecie la fusión perfecta entre tradición y modernidad.